El ozono y los riesgos para la salud por factores genéticos

El ozono ha sido noticia desde que los científicos descubrieron que la capa que rodea la tierra, compuesta por este elemento, se había debilitado de tal manera que la vida en el planeta estaba amenazada. Sin embargo, recientes noticias, anunciaron que, gracias a las medidas tomadas por los países del mundo, esta delgada capa que nos protege de la radiación solar comenzó a recuperarse.

Pero el ozono no sólo cumple una función protectora de la vida en la tierra, sino que, cuando se acumula en la capa más baja de la atmósfera y supera ciertos niveles, se vuelve muy peligroso. Es por esta razón que los científicos han estado siguiéndolo de cerca para conocerlo mejor y alertarnos sobre los efectos en la salud como resultado de su continua exposición. Se sabe que este gas, debido a sus propiedades altamente oxidantes, provoca la irritación de las mucosas y los tejidos pulmonares, afecta los ojos, causa tos, dolores de cabeza y pecho, entre otros males. Estudios epidemiológicos y experimentales han informado de esta gran variedad de problemas de salud y algunos han identificado a las poblaciones que están en mayor o menor riesgo frente al compuesto.

Una investigación que analizó una vasta cantidad de investigaciones realizadas en varias disciplinas científicas, se ha enfocado en identificar los factores potencialmente capaces de afectar la salud de grupos específicos de la población. Estos factores son las características individuales que pueden aumentar el riesgo a través de un mecanismo biológico (por ejemplo, edad, sexo, la genética), y los factores no biológicos externos, tales como el estatus socioeconómico o el acceso a la atención sanitaria.

En este proceso se han identificado factores relacionados con oxidantes fotoquímicos que tienen un impacto en ciertos genotipos, así como condicionantes que favorecen el desarrollo de problemas de salud como enfermedades preexistentes como el asma, la pobre ingesta de nutrientes, obesidad, las etapas de la vida de mayor riesgo, el género, la condición socioeconómica, entre otros.

Factores genéticos específicos pueden acrecentar el riesgo de adquirir problemas de salud relacionados con la exposición a corto y largo plazo al ozono. Así, entre los niños con asma que presentan una variante genética específica (GSTM1) se ha informado de un aumento de los síntomas respiratorios y la disminución de la función pulmonar. En cambio, entre los adultos sanos con otra variante genética (NQO1) se observó la reducción de la función pulmonar. De manera que, tanto los niños como los adultos mayores, a menudo se consideran en riesgo mayor a sufrir los problemas de la salud a causa de sus diferencias biológicas en comparación con la población adulta en general.

Por el lado de las condiciones socioeconómicas no se han reportado diferencias sustanciales que indiquen que el nivel educativo, ingresos económicos, su condición laboral, sean factores que señalan mayor riesgo en adquirir problemas de salud. Sin embargo, señalaron además que las personas que participan en actividades al aire libre o trabajan fuera están en mayor riesgo a problemas de salud relacionados con la contaminación del aire debido al aumento de la exposición.

El uso del ozono deriva de su alto poder oxidante, razón la cual se le utiliza como desinfectante, como potabilizador del agua, como blanqueador en detergentes, ceras, aceites, textilería, así como en la fabricación de perfumes e, inclusive, para añejar el vino.

Esta investigación ha sido realizada por investigadores estadounidenses y ha sido publicado en la revista Environmental Healt Perspectives.