Dentro de los muchos misterios que aún persisten en relación a los incas o las culturas preincas, los mayores se erigen en torno al lago Titicaca. Este lago, al parecer, ha dado vida a civilizaciones avanzadas cuyos vestigios, hoy en día, asombran al mundo.
El lago Titicaca se encuentra en los andes entre Perú y Bolivia, no sólo es el más grande de América del Sur, sino que es el más alto del mundo.
Desde hace mucho tiempo se están investigando en sus alrededores, pero también en sus profundidades por buceadores aficionados y profesionales de diversas partes del mundo.
En 1977, por ejemplo, buceadores aficionados encontraron ofrendas o artefactos intactos cerca de la Isla del Sol ubicado en el lado boliviano que, según informaron, podrían ser parte de paquetes de ofrecimientos rituales.
Entre 1988 y 1992, buzos profesionales que investigaban el área del arrecife de Khoa, encontraron artefactos preincaicos e incas, incluidas cajas de piedra con figuras en miniatura.
Recientemente, las excavaciones mostraron que el arrecife Khoa fue un importante sitio ceremonial para los incas y las sociedades anteriores. Ahora, un nuevo grupo de artefactos se encontró en el arrecife K'akaya, lo cual lo destaca también como sitio de importancia ceremonial.
Se encontraron una llama tallada en un caparazón de spondylus y un objeto cilíndrico de oro laminado. Estos eran el contenido de una caja de piedra tallada, según investigadores de Penn State y la Université libre de Bruxelles, Bélgica.
Los investigadores sostienen que, a través de las crónicas de los siglos XVI y XVII se sabe que había ofrendas sumergidas. Debido a ello, desde 2012, la Université libre de Bruxelles ha implementado un programa de investigación con el objetivo de localizar e inventariar el patrimonio subacuático del lago Titicaca. Todo lo cual llevó a la realización de estudios sistemáticos alrededor de las islas y arrecifes del lado boliviano del lago Titicaca.
El archipiélago de K'akaya está al oeste de la bahía de Challapata en la costa este del lago Titicaca y lo conforman una isla principal y tres pequeñas. El arrecife K'akaya es el último islote de la pequeña cadena y está cubierto de excrementos de aves.
Los buzos recuperaron la caja intacta, aunque las corrientes la habían erosionado un lado, estaba bien sellada, pero no era hermética. Dentro de la caja, debajo del limo que se había filtrado, estaba la llama de concha de spondylus y la lámina de oro enrollada.
Esto era indicativo de que estas cajas contienen artefactos lo suficientemente valiosos como para ser ofrendadas, la lámina de oro, la llama de echa en concha spondylus. Se sabe que el lugar más cercano donde se pudo obtener esta concha de ostra espinosa fue en las cálidas aguas del océano frente a la costa de Ecuador.
Encontrar esta caja en esta ubicación nueva sugiere a los investigadores que el lago Titicaca era un lugar de actividad ritual y ceremonial de los incas. Ofrendas similares se encontraron en otras partes de lo que fue el Imperio Inca, algunas en tierra y otras en el agua, pero los investigadores creen que el lago fue importante en la consolidación del imperio.
La investigación ha sido liderado por José Capriles y el reporte de este hallazgo fue publicado en la revista en Antiquity.