Una vacuna sintética y dulce contra la neumonía

Una molécula compuesta por tres azúcares es suficiente para proteger contra infecciones por estreptococos altamente virulentos y resistentes a los antibióticos. Este compuesto estimula al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos contra la bacteria Streptococcus pneumoniae (del serotipo 8, ST8 corta), esto ha sido demostrado, mediante ensayos in vivo, por investigadores del Instituto Max Planck de Coloides e Interfaces en Potsdam. Ellos han mostrado, además, cómo se puede desarrollar una nueva generación de vacunas hechas a medida.

Durante muchos años los científicos han utilizado las moléculas de azúcar característicos en la superficie de bacterias como un componente de las vacunas. Sin embargo, la inmunización con mezclas de otras proteínas (polisacáridos capsulares aislados) no siempre protege de forma fiable contra las infecciones producidas por la bacteria real. Las mezclas no son eficaces contra todos los subtipos de esta. Además, su producción es mu y costosa, ya que el azúcar de la superficie a menudo está contaminada con otras moléculas de azúcar.

Una alternativa es proporcionada por moléculas de azúcar sintéticas, que se asemejan a las moléculas de la superficie de la bacteria. Junto con proteínas portadoras, estas moléculas son vacunas eficaces que son mucho más fáciles de preparar en el laboratorio que el aislamiento de las vacunas convencionales a partir de bacterias. Sin embargo, los investigadores necesitan saber exactamente qué componente de la pared celular en realidad induce inmunidad al patógeno. La identificación de este componente puede ser tedioso y complica el desarrollo de esta nueva generación de vacunas sintéticas.

Los investigadores del Instituto Max Planck en Potsdam realizaron una serie de experimentos para identificar las moléculas de la superficie de una cepa (ST8 neumocócica) que es actualmente una seria amenaza. La bacteria puede causar infecciones e inflamaciones pulmonares peligrosas y es resistente a los antibióticos comunes. Los científicos informaron que la producción de las vacunas convencionales contra esta cepa es difícil, es por ello, que se hace necesario el desarrollo de una vacuna sintética.

Los investigadores observaron que una molécula que consta de sólo tres azúcares, era suficiente para proteger contra la cepa en mención a ratones infectados. Con esta experiencia se han trazado como objetivo desarrollar una vacuna para humanos.

Los estudios, para lograr la vacuna para humanos, ya están avanzados y tienen resultados favorables. El esfuerzo por lograr la síntesis de una vacuna que sea manejable, ha llevado a los investigadores a identificar el azúcar más pequeño que interviene en la inmunización. En esta terea, utilizaron un método de síntesis automática para producir una serie de diferentes moléculas de azúcar que corresponden a diferentes partes de una proteína de la bacteria ST8. Luego, probaron que las moléculas de azúcar son reconocidas por anticuerpos que también son activos contra esta. Se observó que estas moléculas desencadenan también acción protectora contra la bacteria in vivo. Los animales que recibieron una determinada combinación de anticuerpos de azúcar resultaron eficaces contra proteínas aisladas de bacterias; los ratones que habían recibido una combinación diferente también formaron anticuerpos, pero no protectores.

Actualmente, los investigadores siguen trabajando con el objetivo desarrollar una vacuna sintética para los seres humanos. Estas vacunas de carbohidratos sintéticos representan un cambio de paradigma en la investigación de vacunas, son más precisas, eficaces y fáciles de fabricar, indicaron.

Con información del Instituto Max Planck