En todos lados hay rebeldes; individuos que se salen de la norma y hacen de su existencia algo peculiar y muchas veces casi misterioso. Hasta en entre los planetas hay rebeldes, dicen los científicos.
Un planeta rebelde es un objeto interestelar de masa planetaria sin un sistema planetario anfitrión. Estos deambulan libremente por el espacio y, mientras se pasean por la inmensidad interestelar, van llevando recursos, elementos e influencia. Estos planetas rebeldes, podrían ser verdaderos viveros llenos de vida, fértiles de por vida, según un estudio.
Luego de una extensa investigación, el astrobiólogo Manasvi Lingam, científico de la Florida Tech, ha llegado que la vida podría permanecer debajo de los océanos congelados existen en su suelo.
En una investigación destacada este verano en la revista Discover, Lingam junto a Avi Loeb de la universidad de Harvard, estudió cómo la vida podría sobrevivir en un planeta rebelde a través de los océanos que prevalecen debajo de una gruesa capa de hielo. El frío del espacio interestelar sería demasiado para que los océanos permanecieran completamente líquidos, pero los investigadores creen que cualquier biosfera estaría protegida del frío a través de la capa de hielo, y el núcleo del planeta calentaría el planeta desde el interior. Debajo del hielo existirían océanos similares a la Tierra que podrían sustentar la vida, afirman los científicos.
Las posibilidades de que los planetas rebeldes faciliten la vida son de profundo interés, sostiene Lingama, a medida que medida que se descubren más planetas. Por cada sistema solar descubierto, (cada uno de los cuales contiene un puñado de planetas con tierra), hay aproximadamente de 30 a 40 planetas rebeldes que viajan en las frías extensiones del espacio interestelar. Por lo tanto, se espera que el exoplaneta más cercano a la Tierra sea uno de estos planetas rebeldes.
Normalmente pensamos en planetas unidos a estrellas, como Marte, que podrían albergar vida, pero en realidad, este tipo de planetas que sustentan la vida podrían simplemente estar flotando en el vasto vacío del espacio con ricas biosferas, señala Lingam.
Los próximos pasos en la investigación son realizar experimentos en la Tierra para determinar en qué condiciones extremas podría sobrevivir la vida, como bajas temperaturas o baja presión. Una forma de hacer esto es analizar los microbios que no necesitarían luz solar, basándose así en investigaciones previas que han demostrado de manera concluyente que existen más microbios que no necesitan luz solar que los que sí la necesitan. Otra dirección que amerita investigaciones futuras es observar los planetas rebeldes a medida que ingresan a nuestro sistema solar e investigar las condiciones del planeta para ver si facilitaría la vida.
Lingam señaló que la tecnología tendría que avanzar solo una cantidad modesta para llegar a estos planetas, si están en nuestro sistema solar, será más fácil aún. "Es posible que se pueda llegar a un planeta rebelde en unas pocas décadas en lugar de buscar estos planetas alrededor de otras estrellas, esta podría ser la mejor oportunidad para estudiarlos, señaló.