Mientras nos damos una ducha, nos centramos en disfrutar la frescura del agua y la sensación de limpieza que nos deja en el cuerpo. A nadie se le ocurre pensar dónde va a parar esa agua que utilizamos y cuán contaminante es. Sin embargo, para los ingenieros ambientales y sanitarios, probablemente, un baño no sólo es un disfrute sino también una situación para analizar.
La cuestión se pone más problemática cuando piensan en las aguas residuales que vierten los centros de salud. Esas aguas contienen restos y necesitan ser tratadas para disminuir su impacto contaminante en el medio ambiente.
Las aguas residuales de las lavanderías de centros de salud son un serio problema que, los ingenieros sanitarios y ambientalistas, recomiendan su atención permanente debido a que, si son vertidas sin ser tratadas, conllevan peligros debido a que contienen contaminantes derivados del uso de biosanitarios, citotóxicos, restos humanos, etc.
Sostienen, que esos efluentes que se vierten en los sistemas de alcantarillado sin previo tratamiento muchas veces, contribuyen en la contaminación de los llamados cuerpos receptores entre los cuales están, principalmente lagunas, ríos y mares, debido a la alta carga contaminante que llevan consigo.
Es por esta razón que los especialistas están realizando investigaciones de diverso tipo con el fin de encontrar formas viables y efectivas de neutralizar el poder contaminante de estos residuos. Como parte de estos estudios, investigadores de la Universidad de San Marcos y la César Vallejo, trabajaron con las aguas residuales de lavandería del Instituto Nacional de Salud del Niño, San Borja- 2017, con el fin de buscar la forma más eficiente de tratarlos, para reducir sus efectos contaminantes, así como conocer sus parámetros fisicoquímicos principales.
Estos efluentes se trataron con una tecnología de oxidación fotocatálitica con dióxido de titanio y luz ultravioleta. Así se ha logrado reducir la demanda química de oxígeno, un indicador de contaminación de las aguas residuales de dicha lavandería, donde el tiempo de tratamiento en el sistema de recirculación del fluido, concentración del catalizador así como la concentración del contaminantes en el agua, influyen en la evolución y eficiencia del proceso de tratamiento por fotocatálisis.
Este proceso se pudo mejorar usando peróxido de hidrógeno , luego del cual algunos aceites y grasas, sólidos, nitrógeno amoniacal y otros componentes, fueron reducidos hasta los valores máximos admisibles. Sin embargo, los investigadores señalaron, que no se logrado la misma reducción en otros productos activos presentes.
Finalmente, este tratamiento experimental permitió la disminución de la carga de contaminantes del efluente biocontaminado del centro hospitalario. Los investigadores concluyeron que es una técnica viable y muy eficaz para mejorar las condiciones de este tipo de efluentes. Estos deberían de ser tratados antes de ser vertidas en los cuerpos receptores para disminuir su impacto ambiental.
Revista del Instituto de Investigación Facultad de Ingeniería Geológica, Minas y Metalurgia de la UNMSM. vol 22 n° 43, 2019: 3 - 8