Un equipo de investigadores de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, el Instituto de Investigación Southwest y la Escuela de Salud Pública Chan, ha encontrado compuestos dañinos para la salud, conocidos como ftalatos, en una amplia variedad de comidas rápidas.
Los denominados ftalatos son compuestos (ésteres de ácido ftálico) que se utilizan comúnmente para hacer que las sustancias plásticas sean más flexibles. Se sabe, por investigaciones anteriores, que también pueden aumentar la durabilidad y la longevidad, lo que las hace populares para los fabricantes de plásticos.
Los investigadores han descubierto que el consumo de estos compuestos puede alterar el sistema endocrino y, consecuentemente, los niveles de hormonas en el cuerpo. También han demostrado que pueden provocar asma en los niños y un aumento de la obesidad.
Para este estudio, los científicos se basaron en trabajos previos donde analizaron muestras de orina de voluntarios; encontraron que, los que consumían más comida rápida, tendían a tener más ftalatos en su sistema.
Para obtener más información sobre el vínculo entre la comida rápida y los niveles del compuesto, los investigadores acudieron a seis restaurantes de comida rápida en San Antonio, Texas y sus alrededores (E.U.), y recolectaron 64 alimentos para usarlos como muestras de prueba. También pidieron un par de guantes de plástico que usaban los preparadores de alimentos en los mismos establecimientos.
Al estudiar las muestras de alimentos, encontraron una alta concentración de los compuestos (DnBP en el 81% de las muestras y DEHP en el 70%) en ellos. También señalaron que los alimentos con mayor concentración de ftalatos eran a base de carne, como las hamburguesas con queso o los burritos.
El equipo también encontró sustancias químicas (DINCH, DEHT y DEHA), que se ha comenzado a utilizar como reemplazo de los ftalatos, en muchas de las muestras que recolectaron. Los científicos informaron que aún no se sabe si la ingestión de dichas sustancias de reemplazo son dañinos para los humanos.
Por ahora queda pendiente averiguar cómo llegan estas sustancias a las comidas rápidas. Sospechan que, probablemente, se deba a los residuos de los guantes de goma que usan los cocineros que los preparan. También es posible, señalan, que provengan de envases de plástico.
El artículo publicado ha sido publicado en Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology.