Dietas altas en grasas incapacita al cerebro para reconocer la señal de saciedad

Una dieta alta en grasas literalmente cambia las poblaciones de bacterias que residen en el interior del intestino y alteran la capacidad de recibir señales del cerebro, informan científicos estadounidenses. Este cambio da como resultado que la persona coma en exceso y, por tanto, termine siendo obesa.

En un estudio desarrollado con ratas a las que se les administró una dieta alta en grasas, los investigadores observaron que el cerebro cambia por el consumo de alimentos no balanceados, induciéndose la inflamación en las regiones del cerebro responsables de la conducta alimentaria. Estos circuitos reorganizados e inflamados generan una alteración en la recepción de señales de saciedad, informaron los científicos.

El cerebro no detecta las señales de saciedad que suelen causar la ingestión excesiva de comida, lo cual es la principal causa de obesidad en el mundo.

En el tracto intestinal, en estado fisiológico normal, existen muchas cepas diferentes de bacterias que viven en un medio ambiente equilibrado. No hay predominio o sobrepoblación de ninguna de ellas. Suelen sucederse pequeños cambios, pero en general, la población bacterial es muy estable. Sin embargo, cuando empezamos a alimentar a las ratas con una dieta diferente, se produce un efecto inmediato; los diferentes nutrientes comienzan a cambiar el microambiente intestinal y algunas bacterias comienzan a multiplicarse más que otras. Muchas de ellas, más sensibles, empiezan a morir y algunas de ellas, inclusive, desaparecen completamente. Es así que, la generación de cambios significativos en dicho microambiente desencadena una secuencia de eventos que causan importante impacto en la población de bacterias.

Los cambios pueden también causan inflamaciones que dañan las células nerviosas que llevan señales desde el intestino al cerebro, lo que da como resultado, fallas en la comunicación. Si bien, los investigadores han logrado observar este proceso, todavía no saben si el cambio es permanente o reversible. Por ahora, han manifestado que, cuando se trata de la dieta y de la manera cómo esta afecta a la salud, se debe "pensar sistémicamente”. Es decir, ser conscientes de que todos los componentes y los receptores de nuestro cuerpo están interconectados y trabajan en armonía. No hay un solo receptor responsable de enormes resultados fisiológicos, el trabajo es en conjunto.

Se conoce que la dieta alimentaria en los humanos ha variado recientemente. Antes, nuestros organismos estaban acostumbrados a los alimentos integrales derivados de fuentes naturales, en lugar de alimentos artificiales y altamente procesados.

Esta investigación ofrece una nueva visión de cómo el equilibrio en la microbiota intestinal y la comunicación intestino-cerebro, se ha desarrollado durante milenios. Pero, esto es perturbado por la introducción de alimentos modificados con alto contenido de grasa y azúcar, todo lo cual, produce un desequilibrio que confunde al cerebro y da como resultado final, la obesidad.

El estudio ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Georgia, la Universidad Estatal de Washington y la Universidad de Binghamton.