Investigadores de la Universidad de Radboud y el Instituto Max Planck de Microbiología Marina de Bremen descubrieron un microorganismo que acopla la reducción de hierro a la oxidación del metano, lo cual podría ser relevante para el control de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Los científicos saben, desde hace mucho, que el equilibrio entre los procesos de producción y consumo de metano tiene un efecto importante en la emisión mundial de este gas de efecto invernadero en nuestra atmósfera, de manera que encontraron procesos que contribuyan a ese equilibrio ha motivado muchas investigaciones.
Ahora, un equipo de microbiólogos y biogeoquímicos descubrió un arqueon -una bacteria de una rama de las procariotas antiguas, del orden Methanosarcinales- que utiliza hierro para convertir metano en dióxido de carbono. Los microbiólogos han sospechado durante mucho tiempo de su existencia, pero no fueron capaces de encontrarla hasta ahora.
Durante el proceso, el hierro reducido se dispone para otras bacterias. En consecuencia, el microorganismo inicia una cascada de energía influyendo en el hierro y el ciclo del metano, así en las emisiones del metano, describieron los autores en un paper.
Además, estas arqueas tienen otro truco bajo la manga. Se pueden convertir el nitrato de amonio: el alimento favorito de las bacterias anammox que se convierten en gas de nitrógeno de amonio sin utilizar oxígeno. Eso, es relevante para el tratamiento de aguas residuales, señalaron los investigadores.
Un biorreactor que contiene microorganismos anaerobios que oxiden metano y amonio se puede utilizar para convertir simultáneamente amonio, metano y nitrógeno de aguas residuales en nitrógeno y dióxido de carbono, los cuales tienen mucho más bajo potencial para el calentamiento global. Este mismo proceso también podría ser importante para los campos de arroz, que representan alrededor de una quinta parte de las emisiones de metano relacionadas con el hombre, informaron.