Canales precolombinos ofrecen esperanza contra la sequía

 

Una comunidad agrícola está restaurando una red de canales de piedra construidos hace más de un milenio, con la esperanza de que la tecnología precolombina contenga la solución a sus problemas de agua.

Las "amunas", son un sistema de retención de agua que creado por pueblos antiguos que vivieron en lo que hoy es la provincia de Huarochirí hace unos 1.400 años, antes de los incas, para prolongar la abundancia de agua que se recopilaba en la temporada de lluvias.

Los canales que surcan las laderas de las montañas desvían el agua de lluvia hacia parches de suelo o roca permeable donde se filtra y repone los acuíferos antes de emerger en manantiales más abajo semanas o meses después en épocas más secas.

La práctica se conoce como "siembra" de agua, la que es recolectada más tarde, después de la temporada de lluvias, cuando el líquido escasea para alimentar a las personas, los cultivos y el ganado.

Para los ganaderos y agricultores cada gota de agua es de suma importancia porque ayuda a su supervivencia. La zona de San Pedro de Casta, que está a 80 kilómetros de Lima, está habitada por unas 900 personas y está a unos 3,200 metros sobre el nivel del mar. Ellos se han comprometido con el mejoramiento de dichas amunas y, en a algunas de ellas, los están reactivando, dado que se había secado.

Agua para Lima

Mariella Sánchez Guerra, directora de la iniciativa de acceso al agua Aquafondo, señaló que la iniciativa se inició en el 2017 y están participando habitantes de la comunidad. Ellos han identificado 67 kilómetros de amunas para ser recuperadas hasta el 2025. Hasta la fecha se han recuperado 17, lo cual abastecerá de agua a unas 82.000 personas durante todo un año.

Además de esto, se indicó que los canales no sirven solo a los habitantes de Huarochiri. También alimentan el río Santa Eulalia, un afluente del río Rimac que proporciona alrededor del 80 por ciento del agua que se consume en la ciudad de Lima que, como se sabe, está ubicada en una zona desértica.

Cada kilómetro de amuna que se pone en funcionamiento permite el transporte de 178.000 metros cúbicos de agua al año, y Aquafondo espera impulsar del 20 al 80 por ciento la cantidad de agua que recoge el antiguo sistema para la sedienta capital.

Con información de Physorg.