Un diamante arrojado por un volcán hace 90 millones de años, descubierto cerca del río Sao Luiz en Juina, Brasil, ayudó a descubrir un océano a 1000 kilómetros de profundidad.
Esta piedra tiene una imperfección y contiene en su interior minerales que quedaron atrapados durante la formación. Vista al microscopio de infrarrojos se encontraron la presencia de iones hidroxilo, que normalmente están en el agua. Estos elementos estaban por todas partes, lo cual es prueba inequívoca que el diamante se formó en entornos acuíferos.
La profundidad en la que se formó el diamante se calculó con la observación de los elementos con los cuales está compuesto. Se encontró un mineral que se compone de óxido de hierro y magnesio, el cual puede también absorber otros metales tales como cromo, aluminio y titanio pero en altísimas temperaturas y presiones típicas del manto inferior de la tierra. Es de esta manera que los científicos determinaron que su profundidad es de cerca de 1000 kilometros, un tercio de la distancia al núcleo de la tierra.
Estos metales atrapados en el interior del diamante llevan la firma del agua, el cual solo debe haberse producido en el lugar propicio que se da el mando inferior de la tierra. Los científicos sostienen que esta es la evidencia de agua reciclada más profunda encontrada en el planeta. Esto, lleva a pensar, además, que el ciclo del agua en la Tierra es más grande de lo que pensábamos, se extiende en el manto profundo.
Anteriormente los investigadores encontraron evidencia de grandes cantidades de agua a unos 600 kilómetros de profundidad, mezclado con roca.
Por otro lado, todavía quedan muchas interrogantes por resolver, entre ellas, el papel que juega el agua en la dinámica de las placas tectónicas, el origen mismo del agua en el planeta, así como de qué manera se ha depositado tan profundamente.
La resolución de estas preguntas nos ayudará a comprender cómo el agua se formó o llegó a la tierra y de qué manera esta se recicla en las profundidades del planeta. Todo esto ayudaría a comprender mejor cómo se formaron nuestros océanos y la atmósfera.
La investigación ha sido liderada por Steve Jacobsen de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, E.U.